Libro Poquito a Poquito (Pág. 265)

Constructores y destructores. Con el mismo cuerpo unas veces actuamos como constructores a través de una sonrisa, un mimo, una caricia, una carcajada, un fuerte abrazo, o una simple mirada de comprensión o aceptación. Otras veces, las niñas con pellizcos, mordiscos, arañazos y zancadillas, y los niños con puñetazos, patadas, rodillazos y cabezazos, se comportan como verdaderos bólidos destructores de las buenas relaciones.

¿Su hijo actúa más veces como constructor o como destructor? ¿Cuál es el ejemplo que recibe en su casa?

Una vez que se empiezan a detectar este tipo de conductas en el comportamiento habitual de su hijo/a es esencial buscar la causa, mostrarle que esa actitud no es buena, que no conseguirá lo que desea en ese estado.

Enséñele a relajarse, a afrontar las cosas con más tranquilidad, a ser más respetuoso/a ya que es usted quien debe guiar las conductas de su hijo/a con la ayuda de las personas que comparten su vida como son la familia, los/as amigos/as y el profesorado.